Te valoran cuando te pierden

Te valoran cuando te pierden

Citas sobre el valor de algo después de haberlo perdido

Todo empezó después de ver la película The Joy Luck Club. En una escena, la madre le cuenta a su hija una historia sobre el valor. La madre explica: «Mi madre no conoció su valor hasta demasiado tarde; demasiado tarde para ella, pero no para mí. Ahora veremos si no es demasiado tarde para ti».
La autoestima es cómo te valoras a ti mismo. No se basa en lo que los demás piensen de ti ni en las cosas que has logrado (o no), sino que proviene de tu interior. Pero es fácil olvidar que nuestra valía no está determinada por fuerzas externas.
En un artículo para Psychology Today, Amy Morin, L.C.S.W., psicoterapeuta, explica que constantemente medimos nuestra valía, pero a menudo no somos conscientes de cómo lo hacemos. A veces es por nuestra carrera, nuestra apariencia, otras veces por nuestra relación; ella compara este método con la medición de nuestra altura con un palo al azar.

Nunca sabrás el valor de algo hasta que lo pierdas significado en hindi

¡Se necesita la tristeza para valorar la felicidad! Se necesita el ruido para valorar el silencio. ¡Se necesita la ausencia para valorar la presencia! Nunca conocemos el valor de un momento hasta que se convierte en un recuerdo. Nunca conocemos el valor de una persona hasta que vemos el vacío que deja cuando ya no forma parte de nuestras vidas.
Pero, ¿por qué? ¿Por qué a menudo damos por sentado las cosas que más merecen nuestra gratitud? Lo hacemos tanto con las personas como con las posesiones. El problema es que muchas personas no se dan cuenta de esto hasta que la situación ha llegado y ha pasado. Damos las cosas por sentado a diario, siempre con la suposición de que cuando necesitemos algo, estará ahí.
No das a las personas el valor que merecen cuando están en tu vida. Pero cuando esas personas ya no están en tu vida… es como si su verdadero valor te fuera servido en bandeja de oro (sólo en el recuerdo). Piensas en el pasado, y te das cuenta de lo verdaderamente increíble que fue un tiempo, o de lo mucho que su presencia hizo que tu vida valiera la pena.
Antes de que llegue ese momento en el que tengas que pasar el resto de tu vida sin ellos, ¡disfruta del calor, la compañía, la presencia y aprecia el valor que esas personas añaden a tu vida! Tus padres, hermanos, parientes, vecinos y, sobre todo, las personas que quieres o que te quieren. Porque algún día te darás cuenta de que realmente importan.

Valoramos las cosas cuando las perdemos

En la vida, la disponibilidad y la presencia de algo en todas partes disminuye su valor y lo hace barato. Esto facilita que la gente juegue con él, lo utilice con total despreocupación e incluso lo desperdicie. Tomemos como ejemplo la gasolina: la gente sólo se da cuenta de su importancia cuando escasea. Hacen cola, se pelean, maldicen al gobierno y mendigan para conseguirla. Cuando finalmente lo consiguen, lo utilizan con sabiduría y criterio. Es el mismo líquido con el que hacen funcionar sus grupos electrógenos hasta el amanecer cuando está disponible.
Sin embargo, en las relaciones no tienes más remedio que estar disponible, ya que necesitas estar físicamente presente para demostrarles que les quieres y te preocupas por ellos. Además, el amor crece bien con la presencia física. A medida que jugáis, reís, lloráis, habláis, creáis intimidad y pasáis tiempo de calidad juntos, el vínculo se hace más fuerte y el afecto más espeso.
El problema viene cuando uno de los miembros de la pareja empieza a infravalorar la presencia del otro en su vida. Te has puesto a disposición, has puesto todo tu corazón en el crecimiento de la relación. La pareja se ha sacrificado, ha atendido, ha limpiado, ha lavado y ha alejado a los amigos y a la familia, y todo ello por la presencia del otro. No parecen ver lo que haces por ellos, de hecho cualquier persona podría haberlo hecho fácilmente. Rara vez te agradecen tus sacrificios y en cambio niegan o menosprecian los que has hecho en el pasado. ¡Es el momento de hacer que tu auto escasee como la gasolina en su vida!

Cuando pierdes a alguien te das cuenta de lo mucho que significa esa persona

Podemos estar profundamente comprometidos con nuestro trabajo y dedicarnos a él, así como encontrarle un significado y una afirmación positiva. Sin embargo, somos más que nuestro trabajo. Perder el trabajo no tiene por qué significar perder lo que uno es. La autora ofrece seis estrategias para recuperar -e incluso redefinir- el sentido de lo que uno es tras la pérdida del empleo.
El trabajo nos proporciona algo más que un sueldo. Nos da reconocimiento, estatus, pertenencia, autoestima y refuerza nuestro autoconcepto. Las investigaciones también demuestran que tener una fuerte identidad laboral (definida como la importancia de tu trabajo para ti) puede estar ligada a tu bienestar.
¿Pero qué ocurre si se pierde el trabajo? Ser despedido es una experiencia difícil, independientemente de las circunstancias. Pero cuando tu identidad personal está muy ligada a tu trabajo, perderlo -incluso si no es por culpa tuya, como en una recesión económica o una reestructuración- puede parecer catastrófico, provocando una crisis existencial o lo que los autores del libro Difficult Conversations llaman un «terremoto de identidad».