Ahorro de tiempo
Delegar ciertas tareas de administración a un asesor fiscal y laboral implicará un ahorro de tiempo, al fin y al cabo estás delegando una tarea que antes realizaba otra persona de la empresa, la cual ahora se puede focalizar en otra cuestión.
Reduce el margen de error y las pérdidas de dinero
Utilizar un asesor fiscal y laboral en una pyme está relacionado con una reducción de los errores administrativos relativos a la gestión de la empresa, así como el flujo de dinero. Un asesor cualificado se va a encargar de las tareas fiscales y administrativas, las cuales antes podían estar siendo gestionadas por un trabajador no profesional en este ámbito.
Permite delegar roles específicos
Contratar un asesor que se encargue de los aspectos fiscales, contables y laborales de la pyme permite establecer unos roles de trabajo específicos, por lo que cada trabajador tiene una labor determinada y solo se va a dedicar a ella. Esto tiene otro beneficio a la larga: los trabajadores se especializan en su materia.
Reducción de sanciones administrativas y fiscales
Un asesor administrativo o fiscal para pymes es especialista en los aspectos contables y legales que debe controlar una empresa, conoce los plazos de entrega y los procedimientos que hay que seguir en cada momento.
Es posible que un empresario convencional no conozca ciertos permisos que debe solicitar o papeles que debe tener en regla, de esta forma se reducen las sanciones de tipo administrativo o fiscal derivadas del desconocimiento o la mala gestión.
Aumenta la productividad de los trabajadores y de la empresa
Según aseguran desde Grupo Lever, asesoría fiscal y laboral, esta forma de delegar roles diferenciados a cada uno de los trabajadores permite que se focalicen en aquello en lo que son expertos, lo que se traduce en un aumento de la productividad de los empleados.
Los asesores administrativos y fiscales también conocen la productividad de los empleados y pueden ayudar a mejorarla, puesto que conocen el número de horas que ha trabajado cada empleado, los ingresos que se han generado en la empresa, los gastos y el flujo de caja de un período determinado. El asesor fiscal es una pieza importante para programar y estructurar la actividad de la empresa.
Analiza los flujos de caja de la empresa
Una de las principales funciones de un asesor administrativo y fiscal es analizar los gastos, ganancias y pérdidas de la empresa durante un período determinado, así como elaborar recibos y nóminas. La labor de un asesor fiscal es esencial en este aspecto: realiza un análisis exhaustivo de las cuentas del negocio y es capaz de reducir al mínimo el margen de error, tanto en los cálculos como en la documentación.