En los últimos días se está hablando constantemente de la posible reforma de las cotizaciones de los autónomos. No cabe duda de que, en España, este es un tema que siempre ha generado polémica, dado que, tal y como está planteado actualmente, aquellos autónomos que ganan poca cantidad al mes, están obligados a pagar la misma cuota mensual que otros que ganan bastante más. Es por ello que la reforma de este sistema es algo que se lleva pidiendo durante años a los diferentes gobiernos que han ido ocupando el poder.
La tarifa plana para autónomos, positiva y negativa
Para paliar en parte los gastos que supone iniciar una aventura empresarial, se aprobó una tarifa plana para todas aquellas personas que se dieran de alta en el régimen de autónomo. Esta tarifa plana suponía pagar 50 euros al mes durante el primer año de actividad, y durante el segundo año, una cuota reducida, de forma que al iniciar el tercer año como autónomo, ya se pagaría la cuota con normalidad (aproximadamente 290 euros al mes por la cotización mínima). Posteriormente, se subió esta cuota a 60 euros durante el primer año, y, actualmente, el debate se encuentra centrado en una reforma que supondrá subir esta cuota a 70 euros durante dos años, pero solo para aquellas personas que ingresen menos del SMI. Este debate no está exento de polémica, dado que al tercer año, el autónomo que siga ingresando menos del SMI, pagaría de cuota 257 euros, algo que sigue pareciendo totalmente desproporcionado, dado que habría que sumar la deducción por IRPF, los gastos en los que se incurra para llevar la actividad, etc.
Es por ello que se empieza a considerar si la tarifa plana es positiva o negativa. No hay duda de que es positiva, ya que permite ahorrarse mucho en cuotas durante el primer año de actividad, que suele ser el más duro hasta que despegue el negocio. Pero también tiene su contraparte negativa, y es que este sistema no da lugar a autónomos que mantienen su actividad más allá del primer o segundo año. Esto es debido a que el autónomo que genera menos del SMI con su actividad, o que lo tiene para ganar un sobresueldo además de su trabajo por cuenta ajena, cuando se le acaba la tarifa plana, tiene que hacer frente a una cuota mensual demasiado elevada, y ante la situación de apenas obtener beneficio con su trabajo, decide darse de baja en el régimen de autónomo. Esto es algo que se viene denunciando desde las asociaciones de autónomos y que queda respaldado con las estadísticas.
¿Qué tener en cuenta al darse de alta en autónomos?
Toda persona que quiera darse de alta como autónomo, debe tener en cuenta varios aspectos antes de lanzarse a ello. En primer lugar, hay que hacer una estimación realista de los ingresos y gastos que se van a tener, dado que sobrevalorar los ingresos o minusvalorar los gastos puede llevar a decepciones durante los comienzos, donde normalmente todo son gastos hasta poder empezar a tener beneficios.
También hay que tener en cuenta todo lo relacionado con los impuestos a presentar: liquidaciones de IVA, IRPF, impuestos anuales, etc. Esto, de primeras, si no se conoce puede generar incertidumbre y posibles problemas con la administración, por lo que contar con una asesoría para autónomos en Sevilla, o en cualquier ciudad de España, es imprescindible antes de iniciar la actividad
También es importante saber organizar y optimizar el tiempo disponible para ejercer la actividad, lo que cobra especial importancia en los casos en los que la actividad como autónomo se ejerce al mismo tiempo que el trabajo como asalariado. Hay que atender llamadas de clientes, vender tus productos o servicios, ocuparse de tener presencia online, etc.
El emprendimiento nunca es fácil, ya que hay muchos aspectos que es necesario controlar, por lo que es imprescindible saber qué tareas se pueden delegar para poder centrarse 100% en la actividad y conseguir clientes que permitan mantenerse en el tiempo. Una de las tareas más habituales para delegar es la realización y presentación de los trámites fiscales y burocráticos, de los que se puede ocupar con total garantía una asesoría para evitar sanciones por parte de la Administración.