Para los que no están habituados a términos legales, es probable que desconozcan la figura del procurador. Un procurador es una figura importante en el ámbito de los procesos judiciales, ya que es la representación procesal de los litigantes ante los Tribunales y los Juzgados. Los procuradores son profesionales, licenciados o graduados en derecho, especializados en los procedimientos judiciales y el derecho procesal. Tanto para los particulares como para las empresas que necesiten ir a un juicio, su representación la podrá ostentar un procurador, pues estará capacitado para realizar funciones que agilizan el desarrollo del proceso judicial, añadiendo una garantía extra de buenas prácticas en relación al juicio.
Siempre que se necesiten procuradores en Madrid, se podrá acudir en cualquier momento a estos profesionales, con la total garantía de que realizarán sus labores con la máxima profesionalidad.
¿Qué funciones tienen los procuradores?
El objetivo principal de un procurador no es otro que el de representar, dentro de cualquier proceso judicial, a los litigantes, ya sean empresas o personas físicas. Se trata de profesionales liberales o independientes, que conocen a la perfección el funcionamiento de los órganos jurídicos, y que garantizan la igualdad de las partes durante cualquier proceso judicial. Además de esto, también tienen una serie de funciones adicionales, como por ejemplo:
- Tramitación de oficios, exhortos y mandamientos por delegación del órgano judicial. Dicho de otra manera, es una forma de acelerar todo el proceso judicial, reduciendo al máximo posible los plazos a los que se puede demorar todo proceso judicial.
- Se encargan de gestionar y pagar las tasas judiciales en representación de sus clientes
- Gestionan los depósitos exigidos para la admisión de recursos
- Los procuradores elaboran y presentan todos los escritos que sean necesarios para conseguir el impulso procesal y evitar que los procesos de dilaten más de lo necesario en el tiempo
- Los procuradores no solo tienen deberes con sus clientes en el ámbito privado, si no que además tienen una parte pública, por la que deben colaborar con los organismos que corresponda y realizar las diligencias que les sean encomendadas.
Diferencia entre un abogado y un procurador
Esta es una duda muy frecuente, ya que, por lo general, no se suele distinguir correctamente entre el papel de un abogado y de un procurador, y cuando es necesario cada uno. En términos generales, un abogado se encarga de defender a su cliente, mientras que el procurador se encarga de su representación.
El papel del abogado es el de un profesional que tiene como objetivo defender los intereses y derechos de su cliente. Actúa como asesor y representante ante los jueces y organismos públicos. No solo intervienen en el juicio, si no que asesoran al cliente, le ayudan en la redacción de documentos, en reclamaciones, etc.
Por otro lado, los procuradores son profesionales especializados en todo el procedimiento judicial, que representan a particulares o empresas en los juzgados y tribunales, llevan al día los documentos necesarios para el cliente, hacen de intermediarios, se responsabiliza de la firma de trámites, citaciones, etc.