Porque cataluña tiene tanta deuda
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La independencia de cataluña
A menudo me encuentro con gente que me pregunta cómo es que Cataluña es una de las regiones más endeudadas de España. Según los datos publicados por el Banco de España a finales de 2015, Cataluña es la tercera región española con mayor ratio de deuda pública sobre el PIB: un 35,3 por ciento. La media en España es del 24,2 por ciento.
Ante esto, primero hay que recordar que las finanzas de todas las regiones españolas se vieron muy afectadas por la recesión económica. La recaudación del impuesto sobre la plusvalía de la venta de inmuebles -un impuesto totalmente transferido a los gobiernos regionales de España- se desplomó como consecuencia del colapso inmobiliario, lo que repercutió negativamente en las finanzas regionales.
En el año 2000, la deuda pública de la Generalitat se situaba en el 8,3% de su PIB, bajando al 7,8% en 2007. Pero este fue el último año de buen viento para la economía y la deuda catalana se disparó a partir de entonces. En 2011 -cuatro años después- había alcanzado el 22% del PIB. Desde entonces ha seguido creciendo, aunque a menor ritmo, hasta llegar al nivel actual (35,3%). En mayor o menor medida, todas las regiones españolas han pasado por este proceso.
Por qué cataluña quiere la independencia
La Ley del Referéndum de Autodeterminación de Cataluña contenía la disposición de que, en caso de un resultado a favor de la independencia, ésta debía ser declarada en un plazo de 48 horas después del recuento de todos los votos. El presidente catalán, Carles Puigdemont, lo confirmó el 3 de octubre durante una entrevista exclusiva con la BBC, diciendo que “vamos a declarar la independencia 48 horas después de que se cuenten todos los resultados oficiales”[9].
Tras afirmar que consideraba el referéndum válido y vinculante, Puigdemont optó por utilizar la expresión “asumo el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república”, antes de añadir que “pediría al Parlamento que suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas podamos emprender un diálogo”.
El discurso dejó a los observadores desconcertados, ya que se esforzaron por entender si Puigdemont acababa de declarar la independencia[11][12]. Mientras que algunos comentaristas afirmaron que la independencia acababa de ser declarada y puesta en suspenso,[13][14] otros afirmaron que la declaración de independencia había sido pospuesta[2][15][16][17].
España debe conceder la independencia a cataluña
Este indicador muestra la deuda bruta consolidada de las administraciones públicas en porcentaje del PIB. El sector de las administraciones públicas comprende los subsectores de la administración central, la administración autonómica, la administración municipal y la Seguridad Social. El PIB utilizado como denominador es el producto interior bruto a precios corrientes de mercado. La deuda se valora por su valor nominal, y la deuda en moneda extranjera se convierte en moneda nacional a partir de los tipos de cambio de fin de año (aunque se aplican normas especiales para los contratos).Los datos nacionales del sector de las administraciones públicas se consolidan entre los subsectores. Los datos básicos se expresan en la moneda nacional, convertida en euros utilizando el tipo de cambio de final de año para el euro proporcionado por el Banco Central Europeo.La deuda de las administraciones públicas se define como deuda bruta consolidada y se valora por su valor nominal a precios de final de año.La deuda de las administraciones públicas (según la definición del SEC 2010) se desglosa en moneda y depósitos (AF.2 ), diferentes valores de stock (AF.3) y préstamos (AF.4).A partir de septiembre de 2014, la Unión Europea ha establecido la aplicación obligatoria del nuevo Sistema Europeo de Cuentas (SEC 2010), que es el marco metodológico para elaborar las estimaciones de las cuentas nacionales en todos los países de la Unión Europea.
La economía de cataluña frente a la de españa
Los catalanes no bailan flamenco y han prohibido las corridas de toros por considerarlas crueles y bárbaras. Forman parte de una nación distinta y orgullosa con su propia lengua, historia, cultura y bandera, y esa identidad propia ha sobrevivido a los brutales intentos de Franco de suprimir la lengua catalana en las décadas posteriores a la Guerra Civil. Los partidarios de la independencia argumentan que su lengua y su cultura no son suficientemente respetadas por el gobierno central español, y les preocupa que, a menos que se haga algo, su cultura sea absorbida.
Nos arriesgamos a abrir la caja de Pandora si Cataluña se independiza. Los nacionalistas de Escocia, Flandes, Padania, Madeira, Baviera, Escania y otros lugares también claman por la independencia (¡y eso sólo en Europa Occidental!). Europa podría acabar dividida en un mosaico de microestados en disputa, cada vez más reducidos. En un momento de profunda crisis y de creciente nacionalismo populista, la prisa por separarse podría crear un peligroso potencial de conflicto.
Cada año, los catalanes se ven obligados a contribuir con miles de millones de sus impuestos duramente ganados a las arcas del gobierno español en Madrid (pagando unos diez mil millones más de lo que recibe). Estas exigencias han endeudado a Cataluña y han dejado a un país rico con dificultades para proporcionar servicios básicos a su propia población. La negativa del gobierno de Madrid a conceder a Cataluña incluso la autonomía fiscal básica de la que goza el País Vasco demuestra que, según este argumento, sólo a través de la independencia podrá Barcelona tomar el control de sus finanzas y de su futuro económico. La ruptura puede ser suave y no hay ninguna razón por la que la República Catalana no pueda permanecer en la Unión Europea, en la zona euro y en el espacio Schengen.